
UNA CERVECITA PARA ACABAR EL AÑO
La última noticia literaria del año me ha proporcionado un suspiro de regocijo, no por engreimiento ,al contrario, es por satisfacción alcanzada después de mucho esfuerzo. Aunque me pongo a escribir y las ideas brotan como las setas en el monte, menos mal que luego en la cesta destrío lo que no vale y siempre me queda la sensación de que me he cortado un dedo. Esto suele pasarme con los microrrelatos, decir mucho en pocas palabras no es lo mío, pero en los mini relatos o cuentos breves no me va nada mal.
De nuevo Ediciones Fergutson me ha seleccionado como semifinalistas tres microrrelatos presentados en el concurso de diciembre y que ya os anticipé para que participarais.
De los tres microrrelatos uno de ellos ha pasado a ser finalista, no me preguntéis ni cómo ni porqué, ni siquiera era mi favorito, pero razones misteriosas deben tener para elegirlo entre los veinte finalistas que formarán el libro definitivo junto a los 150 microrrelatos semifinalistas.
Los dos relatos semifinalistas ya los habéis leído en mi blog , pero podéis pinchar en el enlace y recordarlos aquí:
Vértigo
Estrella Fugaz
El relato finalista os lo presento con toda mi sorpresa y alegría. Que sirva para brindar con vosotros por un año que ha sido increíble literariamente hablando, y en el que he tenido la gran suerte de conocer a grandes escritores de los que he aprendido mucho y en los que he confiado bastante.
Chin chin, va por vosotros.
UNA CERVECITA
Justo cuando sonó el teléfono ella estaba pensando en llamarle. El eco que se escuchaba indicaba que hablaba desde el manos libres del coche.
- Oye cari, acabo de salir de trabajar y voy a llegar más tarde- dijo Antonio.
- Pues iba a llamarte porque me voy al cine con los niños-respondió Ana-. ¿No te apetece venir con nosotros? Todas las noches llegas tan tarde y cansado...
- Es que voy a tomar una cerveza con Andrés. Mañana sábado también trabajamos y ha pasado a buscarme al taller.
- ¿Otra vez? Llevas toda la semana quedando con él a la salida del trabajo- contestó Ana con evidente malestar.
- Es que está de vacaciones...
- Si pero él tiene una mujer gorda y vieja y no le apetecerá ir a su casa. Pero tu tienes una mujer guapa y joven que siempre está sola.
- Ana...
- Así que cuando tengas su edad y estés igual de amargado que él, te puedes ir todas las noches a buscar a alguien para tomar una cerveza- continuó Ana-. Ahora te esperan tus dos hijos para ir al cine.
- Ana, Andrés va conmigo en el coche y llevo conectado el manos libres.
Después de unos segundos de bloqueo mental y de un sudor frío recorriéndole la nuca, Ana consiguió articular palabra.
- Me da igual. Yo ya me siento como si fuera una mujer gorda y fea. ¿Qué me puede importar ser también una bocazas?
Marien
- Así que cuando tengas su edad y estés igual de amargado que él, te puedes ir todas las noches a buscar a alguien para tomar una cerveza- continuó Ana-. Ahora te esperan tus dos hijos para ir al cine.
- Ana, Andrés va conmigo en el coche y llevo conectado el manos libres.
Después de unos segundos de bloqueo mental y de un sudor frío recorriéndole la nuca, Ana consiguió articular palabra.
- Me da igual. Yo ya me siento como si fuera una mujer gorda y fea. ¿Qué me puede importar ser también una bocazas?
Marien
* La foto es de la cerveza murciana Estrella de Levante, de obligado cumplimiento en nuestros bares. No da positivo.