
VÉRTIGO
Festejaban el final de la estupenda temporada de vendimia. Un globo aerostático era la atracción sorpresa.
Festejaban el final de la estupenda temporada de vendimia. Un globo aerostático era la atracción sorpresa.
El dueño de la hacienda invitó a Carlos, su empleado de confianza, a acompañar a su señora en la emocionante experiencia. Aterrorizado por la petición, porque sufría de vértigo, accedió para agradar al matrimonio.
Flotaban en el aire cuando el viento provocó un movimiento brusco de la barquilla que lanzó al chico contra el escote voluptuoso de la mujer. Se agarró al espléndido busto con tal fuerza que los dedos se le agarrotaron mientras gritaba presa del pánico.
Flotaban en el aire cuando el viento provocó un movimiento brusco de la barquilla que lanzó al chico contra el escote voluptuoso de la mujer. Se agarró al espléndido busto con tal fuerza que los dedos se le agarrotaron mientras gritaba presa del pánico.
El globo aterrizó para desengancharle. Despidieron a Carlos y presentaron contra él una denuncia por agresión sexual. Mientras se dirime el litigio sobrevive tocando con un teclado musical, regalo de la primera comunión, una monótona melodía en una céntrica calle de la ciudad. Confía en la justicia y espera impaciente poder demostrar que solo tenía vértigo para recuperar su trabajo. Todavía le duelen los dedos.
Marien
24-Octubre-2009